España y Francia planean otra interconexión eléctrica en paralelo al hidroducto Barcelona-Marsella
España y Francia van a estudiar la posibilidad de disponer de una nueva interconexión eléctrica aprovechando la infraestructura del hidroducto submarino H2MED que llevará hidrógeno renovable a partir de, por lo menos 2030, desde Barcelona a Marsella. Si el proyecto del hidroducto no deja de ser aún más que eso, un proyecto, el del nuevo cable eléctrico no pasa de ser una idea. Una idea, planteada en la reciente cubre hispano-francesa celebrada en Barcelona, con bastante sentido, ya que se pueden aprovechar los estudios geológicos que se tienen que realizar para colocar los tubos bajo el mar Mediterráneo. Además, nuestro país sufre un déficit histórico en la capacidad comercial de intercambio de electricidad con Francia. Actualmente suman solo 2.800 MW, frente a los 10.000 MW que exige la UE (un 10% de la capacidad instalada). De hecho, España es el único país de la Europa continental por debajo del mínimo establecido por la Unión Europea. El hidroducto H2MED tendrá una longitud de 455 kilómetros , un diámetro de 28 pulgadas (71,12 centímetros) y discurrirá a una profundidad máxima de 2.600 metros. Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP 1200 Código APP Los técnicos de los ministerios de Transición Ecológica de ambos países están analizando tres posibles trazados dependiendo de la orografía, las corrientes submarinas y respetando los ecosistemas. De hecho, el estudio de estas y otras variables prolongarán el proyecto varios años. De ahí que no entraría en funcionamiento hasta al menos el año 2030. El presupuesto de este hidroducto se estima, al día de hoy, en 2.135 millones de euros, cifra que variará seguramente por las complicaciones técnicas que surgirán. No obstante, España y Francia esperan que la Comisión Europea financie al menos el 50% del proyecto al considerarlo de interés común europeo. De todas formas, aún no han determinado cómo se repartirán los costes . Sin embargo, España y Portugal ya se han puesto de acuerdo sobre el tramo peninsular del H2MED –Celorico (Portugal) y Zamora– que, con un presupuesto de 350 millones de euros, nuestro país asumiría unos 157 millones. Precisamente, en la interconexión eléctrica submarina que está tramitándose a través del golfo de Vizcaya , entre Gatika (cerca de Bilbao) y la subestación de Cubnezais (en la región francesa de Aquitania) han surgido importantes problemas para su financiación debido a que RTE, el gestor del sistema eléctrico francés, no quiere asumir una parte de los sobrecostes que sufre el proyecto tras el encarecimiento de diversos materiales. Sobrecostes Esta infraestructura estaba presupuestada en unos 1.800 millones de euros y actualmente se habría encarecido en otros mil millones . El objetivo de que esté funcionando en 2027 se antoja ahora una utopía, máxime cuando en 2019 se detectaron problemas de inestabilidad en el cañón submarino. Se trata de un doble enlace submarino y subterráneo, de 300 kilómetros, en corriente continua, con una capacidad de transporte de 2×1.000 MW. Cuando funcione, la capacidad comercial entre ambos países alcanzará el 5%, la mitad de la planteada por la UE. La interconexión que discurriría en paralelo al hidroducto entre Barcelona y Marsella tendría unas características muy similares a la del golfo de Vizcaya. La última interconexión eléctrica que se puso en marcha entre España y Francia fue también subterránea, pero en tierra firme, entre Baixas (Francia) y Santa Llogaia (España) y supuso un hito tecnológico mundial, ya que una parte de la misma discurre por el interior de una galería de 8,5 kilómetros que atraviesa los Pirineos y que transcurre paralelo a la línea ferroviaria de alta velocidad. Fue inaugurada en febrero de 2015 por Mariano Rajoy y Manuel Vals. Al finalizar la citada cumbre hispano-francesa, ambos gobiernos hicieron público un comunicado en el que subrayaban que «han convenido en la necesidad de acelerar los trámites de los proyectos transpirenaicos de interconexión eléctrica, incluyendo el tendido submarino previsto por el golfo de Vizcaya, así como el proyecto H2MED para suministrar hidrógeno verde al resto del continente europeo, con la convicción de que estas infraestructuras aumentarán la seguridad de suministro de los Veintisiete y facilitarán la consecución de los objetivos comunitarios de descarbonización». MÁS INFORMACIÓN Alemania se une al proyecto del corredor de hidrógeno junto a España, Francia y Portugal Curiosamente, si cristalizaran los proyectos del hidroducto y de la interconexión eléctrica en paralelo se contentaría a aquellos que están a favor de transportar hidrógeno verde a largas distancias por tubos y quienes defienden que sería mejor una conexión eléctrica . Sobre este polémica, el consejero delegado ejecutivo de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, dijo hace unos días que los tubos «son entre dos y cuatro veces más baratos, más eficientes ya que no tienen pérdidas como las líneas eléctricas, y más sostenibles porque van soterrados».