Los obispos salen al escenario

La Doctrina Social de la Iglesia repite insistentemente que no ofrece soluciones técnicas a los problemas sociales, entre otras razones porque no hay respuestas únicas, lo que implica un sano pluralismo. Se mueve en el nivel de los principios. Corresponde a los cristianos, y a los hombres y mujeres de buena voluntad, la aplicación práctica de esos criterios normativos. Esto no quiere decir que los cristianos, y quienes consideran que la Iglesia es un adecuado interlocutor social a la hora de abordar cuestiones referidas a la dimensión moral de la persona, se pregunten, y pregunten a los obispos como instancia normativa, sobre su parecer acerca del juicio moral de determinadas acciones políticas públicas. Lo específico de la Doctrina social de la Iglesia, en cuanto moral social, es ofrecer ese discernimiento que no solo se refiere a la licitud del acto sino a su oportunidad, la dimensión de lo prudencial. Pasado el interesado tsunami periodístico sobre el inédito protocolo para la mujer que quiere abortar, los obispos de Castilla y León, no uno sino todos, hicieron pública una nota en la que hacían tres afirmaciones que me parecen relevantes: 1.- La muerte provocada del ser humano, también en el seno materno mediante la práctica del aborto, no puede ser considerada como un derecho. 2.- Ofrecer un período de reflexión y proporcionar información sobre alternativas al aborto permiten a la mujer gestante contar con elementos necesarios para ponderar sus decisiones; y 3.- Es conveniente abordar esta cuestión mediante un amplio diálogo social, sosegado y racional, partiendo de la realidad, más allá de posicionamientos ideológicos o partidistas y con la ayuda de los conocimientos proporcionados por la ciencia y la antropología. ¿Ha contribuido esta polémica a la causa de la defensa de la vida? En la intención, sí, en el desarrollo, no. La política es un arte de dar forma adecuada a las intenciones. El riesgo es que se haya afianzado la mentalidad abortista, también por incapacidad de comunicación, y haya crecido esa sensación de que no hay alternativa, desde la política, para una de las grandes quiebras de humanidad en el tiempo presente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Previous post Antonio Vercher , fiscal de Medio Ambiente: «Hay una situación absolutamente confusa con el Algarrobico»
Next post Junqueras abandona abucheado la protesta independentista contra la cumbre hispano-francesa
Generated by Feedzy