El triunfo ‘póstumo’ de Rivera en el CGPJ
La irrupción de la llamada ‘nueva política’ en España hace ya casi una década, cuando unos entonces novísimos Podemos y Ciudadanos (Cs) se convirtieron en las grandes novedades del momento, llevó a las instituciones algunas reivindicaciones que se le hacían tiempo atrás a las formaciones del bipartidismo tradicional, por ejemplo, aunque no solo, en el 15-M. No todas corrieron la misma suerte, ni siquiera por lo que a morados y naranjas se refiere. Una de ellas era la denuncia de la politización de la Justicia, visualizada en un Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) donde PSOE y PP , y también los grupos minoritarios como Izquierda Unida (IU) y los nacionalistas ‘repartían cromos’ , según una gráfica acusación. No tardaron Pablo Iglesias y Albert Rivera, los abanderados de esa ‘nueva política’, en llevarlo a programas políticos concretos. El primero planteaba incluso una elección de los vocales de ese CGPJ por sufragio universal y el segundo siempre defendió una profunda reforma de ese Poder Judicial para reforzar su independencia. El PP calca el plan de Cs Pero, andado el tiempo, fue el primer líder de Cs quien se mantuvo hasta el final sin arriar esa bandera. Entre sus propuestas legislativas siempre estuvo la de una profunda reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial para, repetía incansablemente, «que los jueces elijan a los jueces» . Idéntico lema que ahora reitera Alberto Núñez Feijóo y antes Pablo Casado. Rivera, además, blasonaba de no entrar en ese «reparto de cromos» . Podemos, en cambio, terminó pasando de reclamar un CGPJ elegido por el pueblo soberano, sin intermediarios, a intentar colocar en él a personas como Victoria Rosell , en su día diputada morada y ahora alto cargo del Ministerio de Igualdad, que dirige Irene Montero. Noticias Relacionadas estandar No El PP plantea vocales del CGPJ sin vínculos políticos y votados en su mayoría por los jueces Mariano Alonso estandar Si La Justicia europea recuerda que hay «líneas rojas» en la reforma del CGPJ Enrique Serbeto Hace ya tres años que Rivera abandonó la presidencia de Cs y su carrera política, tras el gran batacazo de las elecciones generales de noviembre de 2019, cuando el partido liberal inició un declive que dura hasta hoy –a las puertas de su VI Asamblea General, de la que saldrá un partido «refundado» y con un líder distinto a Inés Arrimadas – y que pone en riesgo incluso su existencia. Pero, desde la lejanía de su retiro, el exdiputado bien puede ver como una victoria ‘póstuma’ la actuación que en los últimos años propugna el Partido Popular (PP) sobre esta cuestión. La proposición de ley que los populares han presentado la primera semana del año con el fin de «despolitizar la Justicia» , y que se basa en recuperar la elección directa por parte de los jueces de 12 de los 20 vocales del CGPJ, los de extracción estrictamente judicial, es extraordinariamente similar a la que hace años registró el primer grupo parlamentario de Ciudadanos. Similar en su filosofía, la de volver al sistema inicial que planteaba la Constitución y que en 1985 fue reformado por el primer Ejecutivo del PSOE para dejar la elección del órgano de gobierno de los jueces en manos exclusivamente de las Cortes Generales, algo modificado parcialmente años después, cuando se le dio a las asociaciones judiciales la potestad de hacer una criba de candidatos. AÑO 2018 «Pido a Sánchez y Casado que rompan este pacto de la vergüenza y voten la ley de Cs, en la que los jueces votan a 12 vocales del CGPJ» Albert Rivera Presidente de Cs AÑO 2023 «Hay que reforzar la independencia de la Justicia para conseguir que los jueces elijan a los jueces» Cuca Gamarra Portavoz del PP Similar en su apelación a las indicaciones que al respecto se vienen dando desde las instituciones europeas , como el Grupo de Estados contra la Corrupción (Greco), un organismo adscrito al Consejo de Europa que lleva tiempo advirtiendo sobre la necesidad de cambiar el sistema de elección del CGPJ, como ahora hace el comisario comunitario del ramo, Didier Reynders . Y similar incluso en los detalles más pequeños del sistema de votación. Cada juez tendría la posibilidad de votar hasta a seis candidatos en una papeleta abierta y circunscripción única para toda España. Los candidatos deberían obtener el aval de veinticinco jueces o, en su defecto, el de una asociación profesional. Exactamente como propuso Rivera, que ni siquiera pudo defender una de las propuestas legislativas por las que más peleó. Esta se debatió finalmente en otoño de 2020, con el apoyo de PP y Vox, pero el rechazo de la mayoría de izquierda s del Congreso. Para entonces, Rivera ya llevaba un año fuera de la política.