Rui Benedito, investigador del CNIC: «Algún día será posible inducir la reparación del corazón»
El infarto de miocardio es la principal causa de muerte en los países desarrollados y la tercera causa de muerte en países en vías de desarrollo. Siete de cada 10 personas sobreviven a un infarto, pero el corazón tiene poca capacidad regenerativa. Tampoco las actuales terapias resultan ser eficaces, lo que conduce, al final, a costes de salud asociados. En buena medida, la escasa capacidad de regeneración de este tejido tiene que ver con una actividad muy limitada de las células vasculares en la zona infartada. Eso hace que llegue una cantidad de sangre insuficiente a esa área y limita la capacidad de cicatrización y de regeneración. «Nuestro proyecto trata de caracterizar e identificar vías genéticas y compuestos farmacológicos que puedan activar las células vasculares de las zonas infartadas, de manera que se promueva de forma efectiva su crecimiento y se estimule la capacidad de regeneración del tejido, lo que podría abrir la puerta a descubrir nuevas estrategias para prevenir el fallo cardíaco », explica Rui Benedito, investigador del Centro de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), cuyo trabajo cuenta con el apoyo de ‘la Caixa’. -¿Se podrá regenerar el corazón tras un infarto en el futuro? -Algunos de los estudios de ciencia básica sugieren que algún día será posible inducir algún tipo de regeneración o reparación del corazón. El corazón está compuesto por muchos tipos de células diferentes y algunas son más fáciles de reprogramar y regenerar que otras. Noticias Relacionadas estandar No Un andamio celular para tratar a los niños con cardiopatía congénita R. I. estandar No Una terapia génica cura 10 pacientes con síndrome del niño burbuja R. Ibarra -¿Cuáles son los principales obstáculos para que pueda regenerarse? -Después de un infarto, se pierden muchos cardiomiocitos (células del músculo cardíaco) en el área lesionada y esto conduce a la pérdida de la función de bombeo del corazón. Los cardiomiocitos que sobreviven están inactivos y tienen una capacidad muy limitada para proliferar o regenerarse. Algunas investigaciones recientes sugieren que puede ser posible reprogramar farmacológicamente estas células y hacer crecer algunas de ellas, pero hasta ahora esto también conduce a la pérdida de su función contráctil. Otros estudios se han centrado en la regeneración y el crecimiento de otros tipos de células cardíacas que también son esenciales para el bienestar y la función del corazón, como las células vasculares. Nuestro grupo sabe cómo activar e inducir la proliferación y movilización de células vasculares. -¿Qué características tienen estas células vasculares? -Tras un infarto hay una pérdida significativa no solo de células musculares, sino también de células endoteliales, las células que forman los capilares del corazón. Esto conduce a la pérdida del flujo sanguíneo del músculo cardíaco y la subsiguiente pérdida de la función cardíaca. Ahora sabemos que las células endoteliales que forman las arterias son más resistentes a un infarto que las células capilares. Sin embargo, estas células arteriales sobrantes son mucho menos proliferativas. Además, el músculo cardíaco lesionado no proporciona el cóctel necesario de factores para que crezcan y se movilicen adecuadamente para que puedan producir nuevos vasos sanguíneos de manera efectiva. -Su proyecto financiado por la Caixa trata de comprender y promover el crecimiento y las funciones regenerativas de los vasos sanguíneos en enfermedades del corazón ¿Qué es lo que van a investigar? -En los últimos 10 años nuestro laboratorio ha estado estudiando cómo inducir eficientemente la proliferación y movilización de células vasculares para formar nuevos vasos sanguíneos, un proceso denominado angiogénesis. Ahora utilizaremos este conocimiento para investigar y probar diferentes terapias genéticas y farmacológicas para inducir eficazmente la angiogénesis en corazones con infarto. -Mientras que la piel y otros tejidos del cuerpo conservan la capacidad de repararse tras una lesión, no ocurre lo mismo con el corazón. ¿Qué se puede aprender de estas células? -Sabemos que estas mismas células, cuando están en un embrión o en etapas tempranas de la vida, tienen la capacidad de proliferar. Y la pierden una vez que el corazón madura. Hay muchos grupos, incluso en el CNIC, investigando cómo hacer que las células del músculo cardíaco vuelvan a proliferar como en los embriones. Nuestro enfoque es distinto, queremos aprender cómo hacer crecer los vasos sanguíneos y proporcionar los factores que las células musculares necesitan para crecer o hacerlas más funcionales.